lunes, 27 de julio de 2009

Tiempos de odio


Tiempos de odio

Hacía tiempo, que el odio en su lujo,
no salía tan armado de gente
a lo largo y a lo ancho de la patria.
Creo que desde la Eva del pueblo;
la Eva del balcón y las pieles,
del barro y de los grasitas;
La Eva de los bustos… arrastrados.
La Eva del ¡Viva el Cáncer!
Mire si hacía tiempo, que uno pensaba se habían olvidado…
Que se habían cansado de odiar;
que de tanto joder y matar gente:
Fusilando, bombardeando a inocentes;
Que la Libertadora y el genocidio
ya serían suficientes trofeos para matar el odio.
Parece que no. Nada ha quitado esa mancha
que mezcló y ensució a la oligarquía con sangre pobre,
con tanto cabecita suelto, con tanta mujer libre…
Con tanto negro aprendido que manda.
Hizo falta otra mujer, otra hembra con otra historia,
que con los cambios de los tiempos justicialistas,
también habló del pobre, y lo tocó, lo acarició
y en su nombre se le ocurrió, justicialistamente,
tocarles la parte celestial y sensible a los ricos: Su bolsillo.
La cosa era nada más que emparejar eso de juntar migas
con comer dos platos de comida al día,
eso de ser menos olvidado… Eso de no ser tan negro/pobre.
Era apenas una yapita entre tanto yuyo verdeoro;
Entre tanta madre-soja silobolsa celeste y blanco…
Son muchas “mesas” que escondían el odio;
que no dijeron ni mierda, cuando tanto
golpe cívico- milico sembraba la semilla
que debía encargarse de crecer y multiplicar el racismo,
las clases, la distribución de la riqueza y entregar la nación.
Nada hicieron más que cagarse en las patas,
meter la cabeza en la tierra y dejar que pase;
¡Que se lleven a esos zurdos!; a esos peligrosos
que nos quitarían parte de las riquezas, dijeron temblando.
Son de esa cría los mercaderes del rencor;
Son las mismas ganas de seguir diciendo:
¡Hay que matar a todos los negros de mierda ¡
Son los que andan armados de ganas grafittis:
“La yegua debe irse” – “Somos el campo sin yegua…”
Mientras el cáncer espera que una pared limpia…
nuevamente les sirva, para dejar su marca.

Miguel Longarini

26-07-09

poetapueblo@gmail.com

miércoles, 22 de julio de 2009

viernes, 17 de julio de 2009

La restauración conservadora


Por Ricardo Forster
Son tiempos impregnados por el tufo revanchista de la restauración conservadora; tiempos en los que los Grondona y los Morales Solá, heraldos de un ejército de periodistas y de intelectuales todo terreno muy bien sostenidos por los poderosos de siempre (como lo fueron también en otros tiempos argentinos dominados por las diversas mutaciones dictatoriales), se regodean en lo que ellos vaticinan como la cuenta regresiva de los Kirchner. Tiempos para deshacer sin miramientos lo que se intentó construir durante estos últimos seis años; tiempos de revancha y de recomposición del verdadero poder en un país que, casi por descuido, pareció girar hacia horizontes indeseados y prohibidos para aquellos que desde siempre han ejercido la lógica impiadosa del poder económico, mediático y, ahora, el que ya creen tener a la vuelta de la esquina: el político. Tiempos para borrar esa otra época inesperada que vino a cuestionar, a veces con inusitada temeridad y otras con excesiva timidez, las lenguas de la dominación que desde varias décadas atrás vienen ejerciendo su hegemonía por estas geografías sureñas. Una hegemonía que desean recuperar sabiendo que algo insólito y anómalo ha ocurrido, casi por descuido, en un país del que se sienten los dueños. Ese tiempo fuera de quicio que se inauguró el 25 de mayo de 2003 parece irse diluyendo entre los últimos granos de un reloj de arena que corre más rápido que nunca a favor de las corporaciones y de sus socios políticos que hoy, entre nosotros, se expresan desde una gramática claramente de derecha.

Y en este tiempo en el que se despliega con fuerza una restauración conservadora preparada para horadar definitivamente a un gobierno debilitado y espasmódico que, como si fuera un boxeador que ha recibido un golpe que lo dejó groggy, busca el aire que se le ha escapado de los pulmones a la vez que casi como si se tratara de un acto reflejo intenta contragolpear con lo poco que le queda, vemos sumarse a esas fuerzas restauradoras una pléyade de luminarias rescatadas, muchas de ellas, de la tienda de los milagros del liberalismo conservador; como si todavía no hubieran tenido tiempo siquiera de sacarse de encima el olor a naftalina que impregna sus trajes, esos que no han dejado de ponerse en horas oscuras de un país que suele olvidarse, con extraña y sospechosa piedad, de las responsabilidades y complicidades de esos mismos que hacen fe de eterna pasión democrática.

Nombres que representan “lo mejor” de la tradición argentina, esa que siempre encuentra su lugar en las páginas de La Nación; que suelen desplazarse como habitantes de una república que tiene su ubicación geográfica en el Barrio Norte o entre las casonas de Palermo Chico, bien cerca de los poderes reales, esos a los que les gusta el olor a bosta de toros premiados en los predios paquetes de La Rural y que sienten que ellos son “la patria”, su costado intelectual, los herederos de aquella tradición republicana forjada por los grandes apellidos de la Argentina del Primer Centenario (¿a quién se le ocurrió tamaña desmesura de intentar robarles los festejos del Segundo Centenario? ¿Quiénes son esos desfachatados que quieren cortar el hilo dorado y patricio que une a los dos centenarios?). También podemos encontrarlos bien apoltronados en sus sillas de las beneméritas academias nacionales (ellos habitan esos ámbitos museísticos en los que nada significativo ha ocurrido prácticamente nunca desde la perspectiva de una genuina creación cultural; salones que apestan a una vejez decadente en los que sólo resulta un acontecimiento cuando, muerte de por medio, queda alguna silla vacía para ser ocupada por un nuevo miembro del Olimpo académico argentino).

Le han puesto –¡vaya imaginación desbocada!– “Aurora” a su iniciativa, para nada nueva ni original, de salir a defender, cual hidalgos portadores de plumas refinadas y excelsas, a los poderosos de siempre (así lo hicieron desde los albores de la Nación y lo siguieron haciendo en cada recodo en el que fue necesario “justificar” a los salvadores de la República, esos mismos que venían a rescatarla, tal vez como ahora, de las hordas plebeyas y populistas que amenazaban su integridad). Son ilustres y han salido en las páginas de sociales, esas que nos recuerdan que desde los orígenes de la Argentina hay ciudadanos de primera que se interesan por el bienestar general (las otras, las de antiguas complicidades con los “perros de la noche” han sido prolijamente borradas en sus biografías de última hora); algunos incluso se precian de ser portadores de apellidos patricios, otros, con lamentables nombres italianos, rusos o gallegos sin importancia, se han ocupado concienzudamente de escalar las posiciones de ese Olimpo social en el que siempre desearon estar. Hoy se ofrecen como sus espadas intelectuales, como aquellos que darán batalla para defender a una República amenazada por la canalla, por los descendientes de los sans culottes, de los olvidados de la tierra, de las hordas del Chacho Peñaloza, de los ácratas que vinieron a estas playas del Sur para seguir batallando por sus utopías igualitaristas y a los que se les aplicó la democrática y republicana “ley de residencia”, del cocoliche radical yrigoyenista contra el que iniciaron la noche de los golpes de Estado en nombre de la “virtud republicana”, de los cabecitas negras a los que intentaron arrojar de la historia en septiembre del ’55 o de aquellos que osaron desafiar, en nombre de ideales socialistas, a los poderes de una Argentina que supo cómo “defender” a su república en los días oscuros de marzo del ’76.

Algunos de ellos, eso hay que decirlo en honor de la verdad, con cierta ingenuidad y sin haber participado de esa tradición republicano-cuartelera-liberal que como un hilo negro fue recorriendo nuestra historia contemporánea, creen sinceramente que defienden la calidad de nuestras degradadas instituciones (degradadas siempre, eso nos han enseñado hasta el hartazgo, por los populistas de turno, nunca por los constructores discrecionales de una sociedad desigual e injusta que ni siquiera respetaron, cuando les fue necesario garantizar que sus intereses no fueran tocados, su bendita ficción republicana, esa misma por la que hoy se desgarran las vestiduras nuestros serios intelectuales del recién nacido grupo Aurora).

Han elegido constituirse cuando huelen que los tiempos les son propicios; ellos vendrán a darnos cátedra de democracia y de legalidad. Ellos dirán, como ya lo han dicho, que los “otros” intelectuales, esos de Carta Abierta, dicen lo que dicen y hacen lo que hacen porque son funcionarios pagados por el gobierno, suerte de rufianes que se venden sin pudor alguno al poder de turno (qué extraño que “ilustres” académicos numerarios hayan “olvidado” que desde la Reforma de 1918 las universidades públicas son autónomas y se dan su propio gobierno, de ahí que rectores, decanos y vicedecanos sean elegidos democráticamente por los claustros y que los profesores, en general, deben concursar sus cargos igual que los investigadores del Conicet; pero claro, los nuevos plebeyos traidores al ideario de las clases medias –en especial si son artistas, escritores, músicos, cineastas, profesionales, educadores, simples mortales– siempre se venden a alguien, siempre están a la busca del mejor postor y, claro, cualquier funcionario, como los hay en Carta Abierta, que defiende con nobleza sus convicciones sólo lo hace, así lo dicen nuestros empeñosos cultores del águila guerrera, por la paga que recibe). Ellos, los impolutos, los olímpicos, van por la vida ofreciendo ejemplos de virtud cívica, así lo hicieron a lo largo de la historia argentina, así lo hacen cuando se trata de defender, “con la pluma y la palabra”, a la restauración conservadora.

jueves, 16 de julio de 2009




miércoles, 15 de julio de 2009

Cuando un amigo se va...

Por Daniel Miguez

“Mario es un amigo, yo tengo mucho respeto por él y jamás van a escuchar de mí una palabra altisonante ni descalificadora hacia su persona.” La frase dicha por Néstor Kirchner el lunes en Puerto Madryn enfureció al adjudicatario de la gentileza, el gobernador Mario Das Neves, que lanzado a la candidatura presidencial para 2011 quizá la vivió como el abrazo del oso.
“Cuando él dice que es un amigo, es una hipocresía: yo no soy su amigo. El ha sido presidente y yo, gobernador. Pero que no me adjudique ninguna amistad”, respondió. Un político debe estar muy seguro de su propio archivo cuando hace afirmaciones tajantes, piensa el cronista. Y el jugueteo periodístico lleva, a falta de tiempo para desempolvar diarios viejos, al buscador de Internet: “Das Neves+Kirchner+amigo”.
En diciembre de 2007, tras ganar la reelección como gobernador, Das Neves le dijo a Kirchner: “Señor presidente, en nombre del pueblo de Chubut le digo que estaremos eternamente agradecidos”. Pero no habló de amistad.
Cuando Cristina Kirchner fue electa, Das Neves aseguró que “como lo hizo en 2003, la gente en Chubut votó masivamente a favor del mismo proyecto. De la continuidad del crecimiento, de la economía más sólida, de un país con equidad, de un país previsible”. Es cierto, tampoco la llamó amiga.
Aun sin ser su amigo, Das Neves en sus discursos de 2007 le regaló a Kirchner una frase que luego el santacruceño gastó cambiándole el sujeto: “¿Qué les pasa radicales? ¿Están nerviosos?”, repetía el chubutense por entonces en plena campaña.
“El presidente de la Nación está construyendo un país en serio. Hoy comienza aquí la construcción de una provincia en serio. Señor presidente, usted lo dijo: la Patagonia comenzó a dejar de ser el patio trasero de la Argentina. Lo dijo una vez, dos, tres, cuatro. Puedo seguir contando porque lo dijo con hechos, con soluciones”, fue el preludio de Das Neves para una extensa enumeración de las obras que hizo el gobierno nacional en su provincia. Pero, de amigos, nada. Tampoco cuando dijo “con Kirchner comienza una nueva Argentina”. Pero el 26 de julio de 2006, al dar una conferencia de prensa con su enemigo Alberto Fernández, luego de una reunión con Kirchner, Das Neves arrancó así: “En primer lugar por supuesto quiero agradecer el tiempo que nos ha dispensado el señor presidente de la Nación, ‘mi amigo’ Néstor Kirchner”.
Se podría pensar que se le escapó sin querer, si no fuera que el lunes 17 de septiembre de 2007, dirigiéndose a mi ‘amigo’ Néstor Kirchner” y a “la futura presidenta” Cristina les prometió “una avalancha de votos” para ellos en Chubut en las elecciones que se realizarían el 28 de octubre.
A veces a las apuradas se le puede llamar amigo a alguien que conoce desde hace poco tiempo. Pero no es el caso de Das Neves que ese mismo día de 2007 agradeció por su triunfo en las elecciones como gobernador “el apoyo del presidente Néstor Kirchner, ‘un amigo de hace 25 años’, igual que de su esposa ‘Cristina’”. Ya el juego empezaba a cansar, porque la amistad de Das Neves hacia Kirchner aparecía cada dos por tres, apenas matizada por alguna frase del gobernador de Chubut que vale rescatar: “Es más importante ser memorioso que rencoroso”.

lunes, 13 de julio de 2009

"Macri y De Narváez no pueden formar parte del Justicialismo”


Néstor Kirchner, arribó esta noche a la ciudad de Puerto Madryn, en una visita privada a la que él mismo calificó como una simple “visita a un amigo, como lo es Carlos Eliceche”.
Kirchner arribó al Aeropuerto “El Tehuelche” en un vuelo privado procedente de El Calafate y dio una conferencia de prensa en el mismo aeropuerto.

“Soy un ciudadano común que tenía venir a Madryn y le agradezco a Carlos (Eliceche) que me haya recibido”, dijo el ex Presidente ante los periodistas.
Consultado sobre su relación con Das Neves, Kirchner le bajó el tono al tema y dijo que “Mario es un amigo, yo tengo mucho respeto por él y jamás van a escuchar de mí una palabra altisonante ni descalificadora hacia su persona. Yo prefiero construir debatiendo ideas”.

El diputado electo Néstor Kirchner dijo también que "ni Mauricio Macri ni Francisco De Narváez pueden formar parte del justicialismo porque es una fuerza progresista".
Kirchner cenará esta noche con el intendente Eliceche y tiene previsto quedarse hasta mañana en la ciudad portuaria.

jueves, 9 de julio de 2009

“Magnetto me dijo que hubo gestión de Videla”


PIRILLO DECLARÓ EN LA CAUSA HERRERA DE NOBLE

“Magnetto me dijo que hubo gestión de Videla” En un escrito ante el juez Conrado Bergesio, el ex dueño del quebrado diario La Razón mencionó al CEO de Clarín en el trámite de adopción de los hijos de la viuda de Noble. Abuelas pide un careo entre Pirillo y Magnetto.El ex dueño del diario La Razón, José Pirillo, declaró ante la Justicia que en 1985 el actual CEO de Clarín, Héctor Magnetto, le dijo que fue quien “hizo la gestión para que (Jorge) Videla le consiguiera los chicos” a Ernestina Herrera de Noble. El testimonio se sumó el viernes a la causa que desde hace siete años duerme sin definir si los hijos adoptivos de la dueña del multimedio son hijos de desaparecidos. Ante la presentación, Abuelas de Plaza de Mayo pidió al juez federal Conrado Bergesio que cite a declarar a Pirillo. El testigo que podría sacudir el expediente es un viejo empresario, acusado de quebrar el diario La Razón y de defraudar a la administración pública desde el Banco Cabildo. Su versión aparece en momentos en que las querellas intentan evitar que los análisis para develar la verdadera identidad de Marcela y Felipe Noble Herrera se realicen en el Cuerpo Médico Forense y no en el Banco de Datos Genéticos como lo establece la ley. Hace tres meses, Pirillo llamó a uno de los abogados querellantes de la causa y le relató su versión. “Con los abogados de Abuelas le dijimos que todo lo que tuviera que decir lo hiciera en la Justicia”, cuenta Pablo Llonto, representante de la familia Lanuscou Miranda, que intenta determinar la identidad de uno de los hijos de Herrera. Y así fue. El ex banquero llevó al organismo su testimonio, que el viernes fue presentado ante Bergesio. En su declaración, Pirillo relató una reunión con Magnetto, cuando ambos formaban parte del directorio de Papel Prensa: “Me manifestó que ‘en realidad los hijos a Ernestina se los dio Videla’ fruto de sus gestiones personales ante el entonces presidente de facto, de modo que los ‘compromisos’ asumidos eran muy fuertes y que yo no podía venir a ‘tirar todo por la borda’ de la noche a la mañana, porque ponía en peligro la democracia y la institucionalidad”, contó en el escrito.El empresario aclaró en su presentación que su posición lo llevó a conocer “el verdadero poder en las sombras, ostentado por personas inescrupulosas, capaces de cometer los más aberrantes hechos para proteger sus intereses” y que su intención “es aportar a la causa para lograr el esclarecimiento de los hechos”. Tanto Llonto como Alan Iud, abogado de Abuelas, esperan que el juez Bergesio cite a Pirillo y que luego, ordene un careo entre él y Magnetto, quien cuando declaró en esta causa dijo ignorar el origen de los chicos. “Queremos que de una vez por todas diga todo lo que sabe y está ocultando. Magnetto es una de las pocas personas con vida que sabe la verdadera historia de los hijos de Ernestina”, indicó Llonto. Mientras tanto, las querellas continúan enfrentando la decisión de la Corte que estableció que los análisis de ADN se hagan tal cual lo planteó Herrera de Noble: que las muestras de sangre de Marcela y Felipe sólo se cotejen con dos familias, que los exámenes no se hagan en el hospital Durand y que las muestras sean destruidas después de los análisis.El respaldo de Estela de Carlotto En su presentación ante la Justicia, Abuelas de Plaza de Mayo –querellante en la causa desde 2008– le informó al juez Conrado Bergesio que “una persona que se identificó como José Pirillo se comunicó con la Asociación y relató tener conocimiento de circunstancias relativas a los hechos que se investigan. Venimos a acompañar el original de su declaración y a solicitar que se lo convoque a brindar declaración testimonial”.
Pirillo: “Si al juez le interesa, puedo contar más”. José Pirillo no está en Buenos Aires. Decidió esperar la citación de la Justicia desde algún rincón del país. Asegura que si el juez lo decide se presentará a ratificar sus dichos. En una entrevista telefónica con Crítica de la Argentina relató su versión y afirmó: “No quiero terminar como Julio López”.
–¿Qué sabe acerca de la identidad de los hijos adoptivos de Ernestina de Noble?
–En 1985 adquirí el diario La Razón que, con La Nación y Clarín, era socio en Papel Prensa. Allí ejercí funciones directivas junto a Bartolomé Mitre y Héctor Magnetto. En mayo o junio de ese año Magnetto me pidió que dejara de publicar notas sobre casos de apropiación de bebés porque era un tema que dañaba particularmente a “la Señora” y a él. Le dije que si era cierto yo debía charlarlo con Ernestina y me contestó que tenía el suficiente poder para hablar en su nombre porque era el albacea de sus hijos. “A los chicos se los conseguí yo”, me dijo, y agregó que se los había dado Videla fruto de sus gestiones personales.
–¿Nunca lo habló con nadie?
–Desde el 85 se lo conté a distintos presidentes y jefes de la SIDE. Lo supieron Raúl Alfonsín, Eduardo Duhalde y Carlos Menem. No sólo no hicieron nada sino que me metieron preso en una causa por administración fraudulenta de la que salí absuelto. Querían perjudicarme y sacarme el diario La Razón.
–¿Esa causa tiene relación con lo que ahora decidió contar?
–Tiene relación con mi dureza para no prestarme a los acuerdos entre Papel Prensa y las Fuerzas Armadas. Ellos tenían compromisos preacordados desde antes de mi llegada que yo no quise cumplir.
–¿Qué compromisos?
–Cuando en 1985 La Razón comenzó a publicar notas sobre desaparecidos y apropiación de bebés, Magnetto me dijo que había un compromiso de los tres diarios de no hacer campaña en contra del gobierno militar.
–¿Qué le dijo Alfonsín cuando le contó lo que usted sabía?
–Me pidió, a través de Facundo Suárez, entonces jefe de la SIDE, que corrobore la información con Emilio Massera, detenido en Magdalena, a quien yo conocía desde el 81. Fui a visitarlo y él me ratificó que los niños fueron entregados por Videla y que todo se realizó por las gestiones personales de Magnetto.
–¿Por qué decidió hablar ahora?
–A esta altura, con 67 años y teniendo que tomar morfina cada ocho horas, la política ya mucho no me preocupa. Siempre lo conté a quienes creí que podían hacer algo. Después opté por no contárselo a ningún gobierno más. Finalmente tomé la decisión y fui a Abuelas de Plaza de Mayo. Les dije que no tenía problemas en declararlo ante la Justicia. Si al juez le interesa, puedo contar mucho más.

Martina Noailles

martes, 7 de julio de 2009

Procesista


sábado, 4 de julio de 2009

"Voy a salir a caminar el país"


Néstor Kirchner asistió hoy a la asamblea que realizaba la agrupación Carta Abierta en el Parque Lezama y según afirmó el fundador de ese espacio, Ricardo Forster, el diputado electo dijo que “en la democracia se gana y se pierde y que no hay que bajar los principios”.En diálogo con Télam luego de que Kirchner se retirara de esa plaza del barrio porteño de Barracas, Forster señaló que el ex presidente anunció que “va a salir a caminar el país”, durante un breve discurso, tras el cual se saludó con los militantes y se retiró poco antes de las 14.“Kirchner agradeció la presencia y el espíritu de Carta Abierta y dijo que esta era una buena respuesta al resultado electoral del domingo”, añadió Forster.Para él, “es un símbolo” que el ex presidente haya participado de la asamblea periódica –se realiza cada 15 días- de la agrupación, y lo calificó como “una forma de revisar hacia dónde se quiere ir”.“Creo que hay que valorarlo como un gesto de coraje cívico”, recalcó.Kirchner arribó a Parque Lezama alrededor de las 13.10, y según le dijeron a Télam varios testigos presentes, fue recibido con mucho entusiasmo por muchas personas que se aglutinaron en el anfiteatro al aire libre que se apresta de cara a la calle Brasil.Esta vez, la asamblea tuvo lugar en un espacio a cielo abierto, a diferencia del tradicional punto de encuentro que es la Biblioteca Nacional, para extremar la precaución con motivo de la gripe A.Al arribar, Kirchner se sentó en la grada de cemento más cercana al suelo, pegado a un farol, entre el resto del público, y luego de escuchar las palabras del titular de la Biblioteca Nacional, Horacio González, expuso durante diez minutos.González hizo alusión a la necesidad de “mantener los valores y los principios” y criticó a “los candidatos impulsados por la televisión”.Además, aludió a una cita frecuente en los medios sobre que “el peronismo no conoce la derrota” y afirmó que “el que dice eso no conoce los 18 años de exilio y resistencia”.Luego tomó la palabra el diputado electo por la provincia de Buenos Aires, y según Forster, comenzó su intervención agradeciendo la presencia del auditorio.“Kirchner dijo que en la democracia se gana y se pierde, que no hay que bajar los principios y que hay que mantener la lucha y la fe, y que va a seguir trabajando por esos principios”, manifestó Forster.Al concluir, el ex presidente dijo que “va a salir a caminar el país”.Antes de partir, poco antes de las 14, se acercó a un grupo de obreros de la construcción que estaban almorzando a metros del anfiteatro y conversó con ellos.Esta es la primera aparición en público de Kirchner desde su conferencia de prensa brindada en el hotel Intercontinental en la noche del domingo último, tras los comicios parlamentarios.Además de Forster, González, estuvieron presentes el titular del gremio docente Suteba, Roberto Baradel, la ex sindicalista Mary Sánchez, la cantante y actriz Marilina Ross, entre otros.

jueves, 2 de julio de 2009

Tirando al Medio: El sentido de las estadisticas

Tirando al Medio: El sentido de las estadisticas

Siete de cada diez bonaerenses le dijeron NO a Kirchner
Siete de cada diez bonaerenses le dijeron NO a De Narváez
Siete de cada diez porteños le dijeron NO a Macri
Siete de cada diez cordobeses le dijeron NO a Juez
Nueve de cada diez bonaerenses le dijeron NO a Sabbatella
Ocho de cada diez bonaerenses le dijeron NO a Stolbiser
Ocho de cada 10 porteños le dijeron NO a Solanas
Pero sólo perdió Kirchner
Los números sin contexto político no sirven para nada.