El ex presidente encabezó un acto en Paraná al término de una nueva reunión del Consejo del PJ. Vaticinó que en 2011 el pueblo va a votar la profundización del modelo. Advirtió sobre presuntas presiones a la Corte Suprema por la ley de medios.
Por Martín Piqué
Desde Paraná, Entre Ríos
Apareció en el medio del escenario, montado sobre la avenida Circunvalación, y la multitud festejó con un grito. El acto por el Día de los Trabajadores, minutos después de una nueva reunión del Consejo del PJ, volvía a mostrarlo en el centro de la política nacional. De camisa azul con detalles blancos, evidente buen humor, Néstor Kirchner ingresó en el palco acompañado por toda la conducción del peronismo. El anfitrión Sergio Urribarri, vicepresidente del PJ; Hugo Moyano, Jorge Capitanich y Beatriz Rojkés de Alperovich, también vices. Apenas un poco más atrás, en la segunda fila, la mayoría de los gobernadores justicialistas. Con un sol y una temperatura perfectos para un día de otoño –24 grados–, Kirchner parecía sentirse a gusto en un día peronista. Al entorno le faltaba un pronóstico lleno de optimismo, que no tardó en llegar. “En 2011 el pueblo va a ir a votar de una punta a otra del país la profundización del modelo”, dijo el diputado y titular del PJ.
Casi como un candidato en campaña, aunque haya negado que el acto pudiera interpretarse como un virtual lanzamiento, Kirchner desplegó en veinte minutos todas las obsesiones del oficialismo. Dijo que la oposición era una “máquina de impedir que no tenía una sola idea clara”, volvió a pedir a sus simpatizantes que no caigan en provocaciones (“quieren cambiar la esencia de esta etapa, que es gobernar, gobernar y gobernar”), defendió la idea de usar reservas para pagar la deuda: “Eso permite que no caiga en las espaldas del pueblo y que se puedan desarrollar políticas inclusivas como la asignación universal por hijo, que es la política social más importante de los últimos cuarenta años”. Pero si hubo una obsesión y al mismo tiempo una inquietud que captó buena parte de su discurso fue la traba judicial que está sufriendo la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Kirchner ya había hablado del tema en la reunión con las autoridades del PJ en el hotel Howard Johnson Mayorazgo, de magnífica vista al río Paraná. Y cuando se enfrentó con la multitud –la policía entrerriana calculó 80 mil personas– advirtió nuevamente sobre las presuntas presiones que podría estar recibiendo la Corte Suprema. La advertencia venía a cuento porque será en el máximo tribunal donde se dirima si la ley aprobada por amplia mayoría en Diputados y Senadores se podrá, finalmente, aplicar sobre el mapa de medios de la Argentina (ver página 15). “El destino de la Argentina está en juego. Enfrente tenemos a una oposición muy particular, que no quiere que avancemos con la profundización del modelo. Es la concentración económica, la concentración mediática, cuyo instrumento es Clarín y cuyo ideólogo es el señor (Héctor) Magnetto. Que el pueblo argentino lo tenga absolutamente claro”, dijo desde el micrófono.
Unas horas antes, en la reunión del Consejo Nacional del PJ, Kirchner planteó el mismo tema ante los consejeros del partido. Allí se habló de la nota de la última edición de la revista Noticias en la que apareció la foto de Magnetto saliendo del Palacio de Tribunales tras reunirse con el titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti, en el cuarto piso del edificio. La reunión había sido pedida por la cúpula de la Asociación Empresaria Argentina (AEA); aparte del CEO de Clarín en la conversación con Lorenzetti también participaron el titular del Grupo Techint, Paolo Rocca; el titular de Arcor, Luis Pagani, y el presidente de AEA, Jaime Campos. Cuando llegó el momento de cerrar el acto por el Día de los Trabajadores, Kirchner habló públicamente de ese encuentro; hizo saber su preocupación ante miles de manifestantes: “Nos preocupa mucho la visita que hizo AEA, encabezada por Magnetto y otros empresarios, aparentemente para intentar presionar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación por la ley de medios. Confiamos en la Corte pero estemos atentos, pueblo argentino, porque estos sectores de privilegio no se resignan y quieren seguir manejando la cuestión mediática y, si pueden, la Argentina a su antojo.”
Todos unidos por la ley
La sesión del Consejo del PJ –la segunda en una semana, señal de que Kirchner quiere reactivar el partido y darle protagonismo a los gobernadores– tuvo como elemento central la preocupación por el freno de la Justicia a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. En la reunión se escucharon voces que pedían la urgente aplicación de la ley 26.522. Los más enfáticos fueron el secretario de Derechos Humanos de la CGT, Julio Piumato, y José Ottavis, dirigente de juventud de la provincia de Buenos Aires. Tras la catarsis colectiva, surgió la propuesta de que todo el PJ firmara una solicitada de carácter institucional –con la rúbrica de las autoridades y demás miembros del Consejo– para reclamar la puesta en vigencia de la ley de medios. La iniciativa fue aceptada.
La decisión de todos los miembros del Consejo de acompañar la solicitada fue festejada en el entorno más cercano a Kirchner. “Fue lo más importante de la reunión”, evaluó el ministro del Interior, Florencio Randazzo, ante Página/12. La respuesta colectiva del PJ ante el encuentro de AEA con la Corte Suprema terminó opacando el tema central que debía discutirse en la reunión: la discusión de una nueva ley de coparticipación de impuestos. “Estamos propiciando y trabajando sobre el tema”, había confirmado Capitanich al ingresar al hotel cinco estrellas elegido como sede de la cumbre peronista. Horas más tarde, cuando los integrantes del Consejo comenzaban a retirarse hacia el escenario del acto, hubo varios que negaron haber hablado de la coparticipación.
El escenario del acto por el 1º de Mayo se montó en la avenida que rodea a la ciudad de Paraná. Hubo una importante presencia de gremios de la CGT –se veían banderas de la rama Aguas y Gaseosas de Camioneros, remeras blancas de la Juventud Sindical que encabeza Facundo Moyano– y también de espacios juveniles como La Cámpora –se ubicaron a la izquierda del palco–, la JP Evita que está asociada al movimiento del mismo nombre, la JP de José C. Paz, el municipio que sigue gobernando Mario Ishii a pesar de no ocupar el cargo formal de intendente (aunque está próximo a reasumir al frente de la comuna).
Ante ese auditorio fiel, que se prolongaba varios cientos de metros sobre lo ancho de la avenida, Kirchner insistió en no responder provocaciones (“nosotros sabemos más que nadie lo que es la persecución, por eso extendamos los brazos, pongamos la otra mejilla”), dijo que la ley de medios “en muy poco tiempo va a estar en marcha” y comparó la realidad que se veía en Entre Ríos con lo que él había visto en el año 2002. “En 2002 fui desde Gualeguaychú a Concepción del Uruguay y me tocó ver toda la industria avícola parada. Vayan a ver lo que es la industria avícola ahora. Está creciendo con producción record”, aseguró. Era una encendida defensa de la gestión pero también el discurso de un candidato.
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