jueves, 19 de marzo de 2009

“A Cristina le toca sufrir los embates de un sector que no quiere distribuir nada”


El presidente del Partido Justicialista Néstor Kirchner fustigó hoy en Merlo a los sectores que "son una máquina de impedir" y afirmó: "no nos quieren dejar gobernar, pero vamos a gobernar igual".Llamó a todos a "consolidar la gobernabilidad del país para consolidar la Argentina" y dijo que hay sectores que "hoy son máquinas de impedir y cuando la gobernabilidad se quiebra se escapan, para que después tengamos que venir nosotros a reconstruir todo".Junto al gobernador de Buenos Aires Daniel Scioli, el vice Alberto Balestrini y los intendentes Raúl Otacehé, Julio Pereyra y Alberto Descalzo, Kirchner ponderó las medidas de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y cuestionó la actitud de los que "cuando no están de acuerdo salen a cortar rutas y romper todo".En el acto partidario del Club Ferro de Merlo el ex presidente pidió a los integrantes de lo que llamó la "Alianza residual" que hagan "un acto de constricción cristiana", una "acción de memoria y de presente" y "recuerden que el 25 de mayo de 2003 nos tocó asumir en una Argentina que se incendiaba hora a hora"."Quienes tuvieron responsabilidad de gobernar por mandato popular entre el 99 y 2003, cuando vieron que no podían o no se animaban o estaban en otra cosa, se escaparon abandonando su responsabilidad", expresó.Agregó que se trata "de los mismos de esta Alianza residual en quienes escucho tanta soberbia y petulancia, una máquina de impedir sin ideas, que descalifica todo lo que se hace" y repasó los logros en la "batalla por recuperar la dignidad del trabajo, de vencer a la pobreza y la indigencia".Recordó el desendeudamiento del país y la decisión de pagarle al FMI: "juntamos moneda tras moneda, mientras estos sectores hablaban y hablaban sin solucionar nada. Le dijimos ’chau’ al Fondo, ’serví a los pueblos o no vengas nunca más’", afirmó.También destacó la recuperación del Correo Argentino, Aguas Argentinas, Aerolíneas Argentinas, y el ahorro de 47.000 millones de dólares "de todo el pueblo argentino".Dijo que su gobierno dio un "gran paso" hasta 2007 pero destacó que a la gestión de Cristina "le toca uno de los momentos más difíciles de la historia mundial" y que además sufre "los embates de sectores que no quieren distribuir nada, que no quieren movilidad social".Subrayó el respaldo del gobierno nacional a la industria y al agro, a los municipios y provincias, y dijo que "al otro día que asumió Cristina ya le pusieron piedras y trabas"."Pero se llevaron un gran chasco y encontraron a una mujer como todas las mujeres, con un coraje espectacular", expresó y dijo que "con ese coraje superó todos los ánimos destituyentes, de los que tratan de llegar con formas que no se corresponden con la vida democrática"."En el sistema democrático la gente vota a quien debe gobernar y está bien que expresen diferencias, pero deben aceptar las iniciativas del gobierno, respetar la gobernabilidad. No puede ser que si no estoy de acuerdo corto rutas y rompo todo. Llegó el momento de la convivencia plena", agregó.Defendió la decisión de adelantar las elecciones para el 28 de junio y dijo que Argentina "debe resolver rápidamente el proceso electoral para enfrentar los problemas que presenta el mundo".También apoyó la decisión de coparticipar el dinero de las retenciones a la soja porque "la recaudación no crece con la fuerza de antes" y explicó que a la provincia de Buenos Aires le tocarán varios millones de pesos para "ayudar al gobierno a seguir adelante".Expresó que "a diferencia del gobierno de la Alianza, que avisaba a los gobernadores que les iba a recortar la coparticipación, Cristina los convoca para entregarles más dinero".

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